La semana pasada, el fallecimiento de María de las Mercedes Moresi Ruiz de Rojas, madre de dos vocales de la Cámara del Crimen de Córdoba, provocó la suspensión de dos importantes juicios en la provincia.
Su hija, Gabriela Rojas Moresi, vocal de la Cámara 11ª, se encontraba en medio del juicio por el homicidio doblemente calificado de Catalina Gutiérrez. La audiencia del lunes fue suspendida y se reprogramó para el miércoles siguiente.
Paralelamente, su hijo, Juan José Rojas Moresi, vocal de la Cámara 10ª, debía dictar sentencia en el juicio contra el "trader dios" Edgar Adhemar Bacchiani, acusado de estafar a 50 inversores. Esta sentencia también se pospuso hasta el miércoles.
Ambos hermanos, en señal de duelo, tomaron licencia por el fallecimiento de su madre. Si bien la Justicia provincial otorga cinco días hábiles de licencia en estos casos, ambos decidieron retomar sus funciones 48 horas después.
La decisión de los vocales Rojas Moresi de suspender las audiencias, aunque brevemente, generó un impacto en la ya saturada agenda judicial. La Oficina de Gestión de Audiencias enfrenta dificultades para coordinar fechas y horarios debido a la gran cantidad de juicios y la complejidad de los casos, que a menudo involucran a numerosos participantes.
Tanto el juicio por el crimen de Catalina Gutiérrez como el de las estafas de Bacchiani son de gran relevancia pública y despiertan un considerable interés. La decisión de los hermanos Rojas Moresi de regresar a sus labores rápidamente, a pesar de su duelo, demuestra su compromiso con la administración de justicia en medio de circunstancias difíciles.
A menudo, se critica el accionar de los funcionarios judiciales sin conocer las circunstancias que los rodean. Este caso destaca la importancia de comprender el contexto humano detrás de las decisiones judiciales y la dedicación de quienes trabajan en el sistema judicial, incluso en momentos de dolor personal.