
El expresidente de la Fundación Dolto, Marcelo Eduardo Bazán, será juzgado por estafa agravada y falsedad ideológica.
La decisión del Juez de Control en lo Penal Económico de Córdoba, Gustavo Hidalgo, también alcanza a la expareja de Bazán, Paola Flavia Re Aramburo, y a Pablo Inacio, como supuestos cómplices.
Se les acusa de aprovecharse de la vulnerabilidad de un paciente con problemas de adicción, N. A. L., para despojarlo de su patrimonio, incluyendo vehículos e inmuebles.
La manipulación y el abuso de confianza en la Fundación Dolto
La investigación revela que Bazán, valiéndose de su posición y con la ayuda de sus colaboradores, creó una dependencia total del paciente hacia él. Esto le permitió controlar sus finanzas y tomar decisiones sobre su vida.
El juez Hidalgo destacó la fragilidad emocional de N. A. L. y cómo Bazán se aprovechó de esta situación para beneficio propio. Las pruebas demuestran que el paciente no actuaba libremente en las transacciones comerciales.
Según el magistrado, Bazán controlaba todos los aspectos de la vida de N.A.L., desde sus finanzas hasta decisiones personales como la elección de invitados a su boda e incluso la planificación de un hijo.

Antecedentes de Bazán: una condena previa por abusos
Este no es el primer encuentro de Bazán con la justicia. En abril de 2024, fue condenado por delitos contra la integridad sexual de otros tres pacientes de la Fundación Dolto.
La causa actual, con fecha del 27 de diciembre de 2024 y número de auto interlocutorio 181, se titula "Bazán, Marcelo Eduardo y otros p.ss.aa. Estafa agravada por circunvención de incapaces, etc.".