
El juicio por la muerte de Diego Maradona, que comenzó la semana pasada en San Isidro, busca determinar la responsabilidad del equipo médico que lo atendió hasta su fallecimiento el 25 de noviembre de 2020.
Más allá de las complejidades del caso, el proceso ha revelado una realidad dolorosa: Maradona, una figura icónica del fútbol mundial, murió en condiciones de abandono y precariedad, a pesar de poseer una fortuna considerable que le permitía acceder a la mejor atención médica.
A pesar de sus recursos, Maradona terminó su vida en manos de profesionales aparentemente superados por su fama y el entorno que lo rodeaba, lo que finalmente condujo a su trágico desenlace.
El equipo médico, compuesto por siete profesionales, enfrenta cargos de homicidio simple con dolo eventual, con una posible pena de prisión de ocho a 25 años. La acusación se basa en la opinión de la mayoría de los peritos de la Junta Médica Interdisciplinaria, que encontraron responsabilidad penal en la muerte del exfutbolista.
Maradona falleció debido a una falla cardíaca, pero sufría de un complejo cuadro de salud que incluía cirrosis, enfermedad renal crónica, problemas cardíacos, deterioro neurológico, adicciones y posibles enfermedades psiquiátricas. La fiscalía sostiene que los imputados conocían su estado y "lo abandonaron a su muerte".
Los abogados, ausentes clave
Figuras influyentes en la vida de Maradona, como los abogados Víctor Stinfale y Matías Morla, junto con el asistente Maximiliano Pomargo, no enfrentan cargos y participarán del juicio solo como testigos. Sin embargo, tuvieron un rol crucial en el control de sus movimientos y negocios en sus últimos años.
Estos abogados fueron quienes aislaron a Maradona en el country Campos de Roca y autorizaron tanto la operación por un hematoma cerebral como la internación domiciliaria donde finalmente falleció. Además, a través de la empresa Sattvica SRL, Morla y Pomargo aún administran los derechos comerciales de Maradona, una fuente de ingresos significativa.
Este manejo de los derechos comerciales ha generado conflictos familiares, especialmente con las hijas mayores de Maradona, Dalma y Gianina, quienes cuestionan la validez de la cesión de derechos a Morla y Pomargo, considerando que su padre se encontraba en un estado de vulnerabilidad.
El foco en la responsabilidad médica
Es importante destacar que el juicio se centra exclusivamente en la responsabilidad del equipo médico en la muerte de Maradona, sin abordar cuestiones económicas o la distribución de su herencia. Las hijas de Maradona, Dalma, Gianina y Jana, junto con Verónica Ojeda, madre de su hijo menor, participan activamente como querellantes.
Se espera que los testimonios de las hijas y de Ojeda aporten información sobre el aislamiento al que Maradona fue sometido por Stinfale, Morla y Pomargo, y cómo esto afectó las decisiones sobre su tratamiento médico. El abogado Fernando Burlando, representando a las hijas mayores, incluso presentó una maqueta de la casa donde murió Maradona para ilustrar las condiciones de abandono.
Próximos pasos en el juicio
La fiscalía anunció que en la próxima semana declararán tres policías que fueron los primeros en llegar al lugar del fallecimiento. El Tribunal, buscando agilizar el proceso, solicitó a las defensas que limiten la lista de testigos a aquellos que aporten información relevante para la investigación.
Figuras mediáticas como Marcelo Tinelli, Luis Ventura, Marcela Tauro y Guillermo Coppola, si bien podrían aportar información sobre la vida privada de Maradona, no se consideran esenciales para determinar la responsabilidad en su muerte, según los magistrados.