GRAVISIMO: Usuarios difunden memes ofensivos en torno al párroco de Deán Funes

GRAVISIMO: Usuarios difunden memes ofensivos en torno al párroco de Deán Funes
GRAVISIMO: Usuarios difunden memes ofensivos en torno al párroco de Deán Funes


La Prelatura de Deán Funes enfrenta un momento crítico tras la viralización de un video en el que aparece el sacerdote Sergio Romero, presuntamente en una situación que compromete la dignidad sacerdotal. El material, difundido ampliamente en redes sociales, dio paso a una serie de memes, parodias y publicaciones que profundizaron el escándalo y afectaron tanto la figura personal del religioso como la imagen pública de la Iglesia.

Frente a estos hechos, el Obispo Prelado de Deán Funes, Mons. Enrique Eguía, emitió un comunicado oficial este miércoles en el que confirmó la apertura de una investigación preliminar conforme al canon 1717 del Código de Derecho Canónico, que rige la conducta del clero a nivel global. La resolución de esta investigación determinará las medidas eclesiásticas a seguir.

Pero más allá del proceso interno, la Iglesia como institución religiosa también puede actuar legalmente en defensa de su imagen, y no se descarta que inicie acciones civiles o penales contra quienes hayan difundido material con intenciones difamatorias, ofensivas o injuriosas. En Argentina, los delitos contra el honor (como calumnias, injurias o daño a la reputación) están tipificados en el Código Penal (arts. 109 a 117), y los daños no patrimoniales a personas jurídicas también pueden ser denunciados ante la Justicia ordinaria.

“El humor no habilita la difamación. El uso de la imagen de una figura religiosa, especialmente con fines sexualizantes o ridiculizantes, puede constituir un delito penal o una causal de acción civil”, señalan especialistas en derecho digital y eclesiástico.


El Vaticano: Más que una Iglesia, es un Estado con Jurisdicción Internacional

Cabe recordar que el sacerdote, aunque desempeñe funciones en territorio argentino, es parte de una estructura internacional cuya cúspide es el Vaticano, un Estado (país) soberano reconocido por la comunidad internacional. Esto significa que su accionar también puede estar sujeto a procesos penales canónicos internacionales si se tratara de una falta grave a la moral, la doctrina o el derecho interno de la Santa Sede, qué aún, se encuentra vacante, y el que la preside, es el papa.

La Santa Sede, a través de organismos como la Congregación para la Doctrina de la Fe, puede intervenir directamente, exigir sanciones o incluso excomulgar en casos extremos a sus representantes sí así lo desean. Asimismo, puede presentar protestas diplomáticas si considera que hay una afectación sistemática o institucional a su imagen, símbolos o autoridades.

Llamado a la Responsabilidad y a la Reflexión Social

Desde la Prelatura, y también desde ámbitos académicos y jurídicos, se hace un llamado urgente a la responsabilidad ciudadana, especialmente en redes sociales. La burla pública, la edición de contenido sexualizado, y la difusión masiva de imágenes manipuladas pueden no solo tener consecuencias legales, sino también profundizar el daño social y espiritual en una comunidad que aún busca respuestas.

La Iglesia no solo puede sancionar internamente, sino que tiene potestad jurídica para querellar a quienes ataquen su integridad institucional o personal. Se trata de un principio básico de cualquier entidad reconocida por la ley: la defensa de su nombre, su misión y sus miembros.

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