Llegaron los 12 buses eléctricos: costaron 3500 millones y serán manejados por mujeres

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La Ciudad de Buenos Aires ha incorporado 12 minibuses eléctricos provenientes de China para conectar Retiro con Parque Lezama. Estos vehículos, con capacidad para 24 pasajeros (13 sentados y 11 de pie), tendrán una velocidad máxima de 12 km/h.

El Gobierno porteño ha anunciado que las unidades serán conducidas por mujeres que han recibido capacitación especial a través de becas otorgadas por la Subsecretaría de la Mujer. Este programa busca promover la equidad de género en el ámbito del transporte público.

Costo millonario y recorrido limitado

La implementación de este plan ha significado una inversión de $3.500 millones para la adquisición de los 12 minibuses eléctricos, lo que equivale a casi $300 millones por unidad. Cada minibús cuenta con piso bajo y elementos básicos de seguridad.

El recorrido inicial abarca solo 12,3 km entre Retiro y La Boca, con 36 paradas a lo largo de avenidas céntricas. Debido a la corta distancia y la baja velocidad, algunos críticos consideran que el proyecto es un "paseo turístico" costoso y un derroche de recursos en nombre de la ecología urbana.

Mapa de un recorrido en la ciudad que va desde Retiro hasta Parque Lezama, mostrando calles y direcciones con flechas amarillas y azules.
El recorrido del bús eléctrico | La Derecha Diario

Incorporación de la perspectiva de género

El Gobierno de la Ciudad presenta esta iniciativa como un ejemplo de "transporte público con perspectiva de género", destacando la capacitación y las becas otorgadas a las conductoras.

Antecedentes de fracasos con colectivos eléctricos

En 2016, la Ciudad licitó la compra de 400 colectivos eléctricos, un proyecto que no se concretó. En 2019, se realizó una prueba piloto con 8 unidades en diferentes líneas, pero solo dos minibuses circularon en la línea 59 durante un año antes de ser retirados por problemas operativos. Actualmente, el único colectivo eléctrico en funcionamiento es el de la línea 28, fabricado localmente con piezas importadas del Reino Unido.

Ante estos antecedentes, surgen dudas sobre la viabilidad a largo plazo de este nuevo servicio de minibuses eléctricos. El Gobierno promete monitorear su desempeño y extender el recorrido hasta La Boca según la demanda. Sin embargo, la velocidad limitada y el recorrido corto generan incertidumbre sobre su futuro, planteando la posibilidad de que se convierta en otra iniciativa efímera.

La pregunta que queda en el aire es si esta inversión millonaria en un sistema de alcance reducido tendrá continuidad más allá de la novedad inicial. ¿Se trata de un proyecto sostenible o de un capricho pasajero de la gestión porteña?





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