Un joven jugador de rugby de 19 años, Mathias Dantin, quedó tetrapléjico tras sufrir una violenta entrada durante un partido escolar en Tarbes, Francia, en diciembre de 2022.
El agresor, otro jugador de 17 años en ese entonces, fue condenado recientemente a nueve meses de prisión en suspenso y al pago de dos mil euros como indemnización a Dantin y su familia. El tribunal calificó la acción como un "tackle catedralicio retardado", una maniobra prohibida en el rugby desde 2006 por su alta peligrosidad.
La entrada ilegal consistió en levantar a Dantin por la cintura, llevarlo varios metros y lanzarlo hacia adelante, provocando que se golpeara la cabeza contra el suelo y se lesionara gravemente las vértebras cervicales. Como resultado, Dantin sufrió la dislocación y fractura de dos vértebras, daño en dos arterias y compresión de la médula espinal.
El joven ahora necesita asistencia las 24 horas del día. "No soy nada independiente, es muy complicado", declaró Dantin, quien ha perdido la movilidad de sus piernas y tiene un uso limitado de sus brazos.
Durante el juicio, el responsable de la lesión expresó arrepentimiento y admiración por la resiliencia de Dantin, pero negó haber actuado con intención de causar daño. "Admiro su fuerza y su coraje. Lo siento", manifestó. Sin embargo, las disculpas no fueron suficientes para evitar la condena por "violencia con resultado de discapacidad permanente".
Dantin considera la acción como una agresión intencional y no como un tackle, afirmando que "Había un deseo de hacer daño, de hacer dolor". La fiscalía había solicitado una pena mayor de 18 meses de prisión en suspenso, pero el tribunal optó por una condena de nueve meses que no quedará registrada en los antecedentes penales del culpable. Ni Dantin ni su familia estuvieron presentes para escuchar el veredicto.