
Tras la conmoción generada por la picada fatal que cobró la vida de un joven de 19 años cerca del aeropuerto de Córdoba, siete personas han sido detenidas. Además, se ha solicitado una investigación para determinar si hubo omisión de deberes por parte de funcionarios municipales en relación al control de la seguridad vial.
La fiscal Patricia Ramírez envió antecedentes a la Fiscalía de Delitos Económicos y Anticorrupción Administrativa para que se investigue a los responsables de la "fiscalización y control de la seguridad vial". Se busca determinar si existió omisión de los deberes de funcionario público, una conducta que, de comprobarse, Ramírez considera sistemática y que pone en riesgo a toda la sociedad.
La investigación busca determinar si este tipo de carreras ilegales eran frecuentes en el lugar del accidente. Se presume que los implicados se reunían habitualmente para realizar picadas en la avenida La Voz del Interior, aprovechando sus tramos rectos que permiten alcanzar altas velocidades.
Juan Ignacio Guerrero, de 23 años, se convirtió en el séptimo detenido, acusado de participar en la picada que resultó en la muerte de Fabián Facundo Donat. Guerrero, quien presuntamente conducía un Fiat 147 blanco, se presentó voluntariamente ante la justicia y fue imputado por homicidio culposo agravado, lesiones culposas agravadas y conducción peligrosa.
Los otros seis detenidos también enfrentan cargos por homicidio culposo agravado debido a su participación en la prueba de velocidad. No se descarta que, tras los peritajes, se agregue el agravante de culpa temeraria a las imputaciones.
Las picadas en el aeropuerto: una práctica habitual
Según fuentes cercanas a la investigación, las carreras ilegales en la zona del aeropuerto eran frecuentes, generalmente los miércoles por la madrugada. Los participantes se reunían frente al aeropuerto y, ante la llegada de la policía, se daban a la fuga a alta velocidad, evadiendo incluso los peajes.
La peligrosidad de estas prácticas era conocida, y la sorpresa radica en que no hubiera ocurrido una tragedia antes. Grupos de hasta 100 vehículos participaban en estas carreras, poniendo en riesgo no solo sus vidas, sino también la de otros conductores y empleados de los peajes.
Redes sociales: la herramienta para la convocatoria
Amigos de la víctima fatal afirman que las convocatorias a las picadas se realizaban a través de redes sociales, principalmente Instagram. Existían cuentas y grupos de WhatsApp donde se compartían videos y se coordinaban las carreras. La función de "Notas" de Instagram permitía un mayor alcance en la difusión de las convocatorias.
La frecuencia de las picadas era tal que la difusión en redes sociales había disminuido, ya que la cita era conocida: todos los miércoles a la 1 de la madrugada en el mismo lugar.